Cuando mi sueno de tomar parte en la misión ad-gentes se hizo realidad, me veía como misionera compartiendo mi experiencia de Fe entre mis hermanos/as, compartiendo con ellos mi vida, etc. pero nunca me vi dirigiendo una construcción, que es otra de mis experiencias duras y maravillosas que he vivido en este encantador rincón misionero.
En nuestros primeros años de formación para llegar a ser Religiosas misioneras, se nos educa en lo esencial de nuestra tarea como misioneras. Se nos dice: “el trabajo u apostolado o responsabilidad que tengas en tus manos es un medio para vivir tu carisma y espiritualidad, pero lo mas importante es SER”.
Aquí, entre mis hermanos samburu, es muy importante “EL SER Y EL HACER”, “EL SER”, que corresponde a mi identidad como Religiosa Cristiana Misionera y el “HACER” a lo que realice. O como diríamos en otras palabras TESTIMONIO Y COHERENCIA DE VIDA. Aquí el trabajo y las obras dependen de lo que la comunidad necesite. Aquí no es mi ritmo, si no el ritmo de la comunidad.
Actualmente tengo a mi responsabilidad la educación de muchos niños/as; como coordinadora de un pre-escolar con 62 niños/as, mas 8 centros de alfabetización en las diferentes veredas de Barsaloi para los niños/as pastorcitos/as; con miras en un futuro a abrir mas centros, con el fin de dar respuesta a esta situación de educación que no esta siendo atendida. En estos territorios es imposible quedarte con los brazos cruzados cuando ves que se podría mejorar una situación. Cuando visito en las noches a los pastorcitos/as que están estudiando y los veo en un salón tan estrecho, sin sillas, sin materiales de enseñanza, sin el ambiente adecuado para estudiar, en unos lugares sin techo expuestos en tiempo de invierno a la lluvia etc. como no pensar en la construcción de una estructura que les ofrezca un mejor ambiente para el aprendizaje. Muchos dicen, es que ellos están acostumbrados a vivir así, esa es su vida; esa es su cultura etc. Entonces ahí es en donde como Santa Teresita tener todas las vocaciones que ella soñó agregando la de ser constructora.
Pero ojo!!, no es fácil en estos lugares emprender una obra, especialmente cuando se involucra a todos los miembros de la comunidad, porque en el proceso de cualquier construcción que hagas te das cuenta que hay miembros que apoyan y otros que son cizaña, que buscan solo sus intereses, entonces te das cuenta que estas en dos construcciones: LA MATERIAL Y LA HUMANA. Siendo la segunda la más dura. Si por mi fuese, para mayor facilidad pediría toda la ayuda de afuera sin pedir nada a los miembros de la comunidad, me seria mas fácil y todo sería rápido y sin complicaciones pero convirtiendo a si a la comunidad en mendiga mas no la ayudaria a crecer en si misma.
Que bueno que a travez de nustros proyectos y obras trabajemos estas don dimensiones y que hagamos de los proyectos medios de evangelizacion y maduracion de una comunidad.


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