4 de enero de 2013
LA VOZ DE DIOS…
En la vida espiritual se habla de la capacidad de escuchar la voz de Dios y descubrir lo que El quiere de nosotros/as, pues el tiene un maravilloso plan en nuestras vidas para que alcancemos la verdadera felicidad. Así que quienes creemos que Dios existe, siempre estamos en la búsqueda de su voz, en nuestro corazón hay nostalgia de su presencia, y solo estamos en paz cuando lo encontramos.
Cierto día, tuve la oportunidad de quedarme a dormir en una manyata, de pronto comenzó a llover; la dueña de la casa se lleno de alegría y me dijo, “Hermana Rosario, escuchas a Dios?”.. Yo me quede en silencio, pues a primeras no entendía que era lo que trataba de decirme, yo le conteste, “pues si claro, Dios siempre trata de hablarnos!!” ; me dijo “escucha… la lluvia!!, nosotros le llamamos la voz de Dios!!.” “LTOILO LE NKAN”. Entonces ahí me di cuenta que nuestros hermanos samburu también están en la búsqueda de su voz, la mayoría no son cristianos, pero creen en un solo Dios, siguen su religión tradicional, y ellos lo descubren en todos los acontecimientos de su vida, en lo pequeño o en lo grande. Por ejemplo LA LLUVIA, es para ellos la voz de Dios “LTOILO LE NKAI”.
En este rincón semidesértico, el agua es un elemento muy importante en su espiritualidad, por eso cuando viene un visitante y de pronto llueve el mismo día que El o ella llego, dicen “Kera ninye namayian e Kkai” (El o ella es una bendición de Dios). Si, esa persona se convierte en la visita de Dios a su casa o a su pueblo.
En países o familias donde “aparentemente” se tiene todo, es difícil descubrir esta “VOZ”. Es difícil aceptar la presencia de un SER que sobrepasa nuestro entendimiento humano, mas aquí en este rincón, aunque se ignore lo que la ciencia opine y muchas veces el conocimiento, se vive algo muy valioso y esencial como es “LA CAPACIDAD DE ASOMBRO”, la contemplación de lo pequeño, la capacidad de disfrutar con cosas sencillas y simples.
Que bueno seria si en medio de nuestros quehaceres separásemos un espacio para escuchar el ruido del agua, de la lluvia, tocarla, contemplarla como corre, como cae, su color, seguro que nuestro ser se inundaría de profunda paz, sosiego, gratitud etc. pues el ser humano no es capaz de crear obra tan maravillosa como esta, y si lo hace seria con su misma esencia. Si Dios existe!! Como ignorar su presencia?
Mis hermanos/as samburu me ensenan a darle sentido a mi vida a no dejar pasar desapercibidos pequeños acontecimientos, pequeños signos, lo pequeño con lo cual se engrandece la vida.
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