4 de enero de 2013

PORQUE ME CAZAN?…

“Mbotela Lelekatap”, es su nombre, esta en el programa Lchekuti de la comunidad de Lpusi, 2do nivel con solo 12 anos de edad, pero ya ha sido entregada por su Padre a un Anciano quien ha dado unas tantas vacas y camellos a cambio de esta pequeña. Ella no lo entiende, pero lo acepta porque su cultura es así; aun no se imagina su futuro, pero la comunidad entera sabe que es una niña que ya tienen dueño, y nadie más la puede mirar. Todos están de acuerdo, porque “siempre ha sido así”. No puede escaparse porque sabe que la buscarían por todas partes hasta encontrarla; y si lo hiciera, los ancianos la castigarían, la maldecirían y no tiene derecho a regresar donde su familia; toda la familia esta de acuerdo, porque si no, no seria digna de ser “SAMBURU”. De ahora en adelante el anciano que ha dado la dote por ella le dará parte de sus animales para que los cuide, porque es pastorcita, estará bajo la autoridad de este hombre y claro EL tiene derecho a acostarse con ella, porque es su propiedad, seria la tercera esposa, como ellos lo dirían. Esta es la realidad que viven muchas niñas samburu en las diferentes veredas de Barsaloi. Realidad que cambiara con el tiempo y con la ayuda de personas que colaboren en la educación de estos pequeños/as. A través del programa Lchekuti, que es un medio para brindarles lo básico de la educación a estos pastorcitos/as actualmente tratamos de concientizar a las niñas y a la comunidad en cuan valiosa es su libertad y dignidad y su capacidad para tomar decisiones. No lo podemos hacer de una manera tan abierta, pues no enviarían a las niñas a estudiar, ya que la influencia de la educación es un amenaza a lo que los samburu le dan demasiado valor. ¿Qué hago?, es mi pregunta cada vez que veo esta realidad… ¿Qué mas puedo hacer Señor Jesús?.. En mi corazón hay dolor, me siento impotente. Me siento llamada a continuar impulsando la educación, a seguir compartiendo mi vida en estos lugares; a ser esperanza cuando parece que se pierde. A dar alegría o una sonrisa cuando no hay motivo; Jesús, amigo, te doy gracias por tantos niños y niñas que lo tienen todo pero también te pido por estas pequeñas que sufren que son marginadas, que no se sienten amadas, que no tienen derecho a decidir ni a sonar. Cambia esta realidad. Gracias por el apoyo de todos mis amigos y amigas que ayudan en el programa Lchekuti, bendícelos y que siempre experimenten la alegría de su generosidad. Amen.

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