29 de abril de 2012
INFANCIA MISIONERA!! ESCUELA DE AMOR Y ADIESTRAMIENTO PARA SER MISIONERA AD-GENTES!!
Después de mi primera profesión religiosa, mi congregación me pidió que prestara mi servicio misionero en Colombia donde tuve la oportunidad de trabajar con la Obra Misional Pontificia de la Infancia Misionera en la Diócesis de Apartado; fue una experiencia maravillosa ver como Dios se hace presente en los niños/as y que desde su corta edad pueden llegar a ser grandes lideres misioneros si se los forma muy bien; esta experiencia me preparo para una misión mas grande que mas tarde me encomendarían en el País de Guatemala con la misma obra pero esta vez a nivel Nacional. En realidad me sentía débil y pequeña para este cargo tan grande, pero precisamente en esta experiencia Dios me revelo su amor cara a cara y pude descubrir que “Dios escoge lo necio y débil del mundo para confundir a los sabios y entendidos” como lo diría el apóstol San Pablo.
Es allí donde sentí más fuerte el llamado de Dios a la misión ad-gentes en otro continente. El testimonio y vida de los laicos de Guatemala me cuestionaba mucho, yo me decía “como es que yo siendo religiosa con una vocación misionera en un Instituto Misionero no de mas de lo que debo dar?... en que me diferencio de los laicos, puesto que ellos están haciendo lo mismo que hago yo?.. Este trabajo que estoy haciendo, bien que lo pudieran hacer ellos!!.. Aquí hay muchos!!.. pero que hay de aquellos lugares donde faltan misioneros?... Porque animo a otros que vayan a misión ad-gentes a otros continentes cuando yo ni siquiera he vivido esta experiencia?” . Cada animación misionera que realizaba alrededor del país era un dardo que venia a mi corazón, pues sentía que era incoherente con lo que predicaba, animando a otros que vayan cuando yo ni siquiera había hecho el esfuerzo de al menos pedir esta experiencia a mi congregación. Y como olvidar el rostro de mis pequeños/as misioneros/as, ellos atentos a lo que les decía, sus ojitos como les brillaban cuando los hacia trasladar a otras culturas, a otros países, a otros continentes!!; era increíble todo esto!!, cada vez que animaba a otros yo era la que me animaba a mi misma; mi fe se tornaba mas fuerte en la cercanía y contacto con los niños/as y así Dios me preparaba para hacerme un nuevo llamado, porque Dios que es paz nunca deja en paz. Mi gratitud especial para mis pequeños/as misioneros de Colombia y Guatemala, a quienes acompañe en su formación, y quienes me enriquecieron con su ternura, alegría y entusiasmo misionero, quienes de seguro ahora ya son asesores y grandes lideres misioneros/as de sus comunidades. Gratitud especial a todos los asesores/as como quienes hice camino misionero, a los diferentes equipos Diocesanos de O.M.P, sacerdotes, religiosas y mi querida comunidad local, muchas gracias por su aporte a mi vida misionera.
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