Yo creo que a todos nos pasa que cuando estamos a la expectativa de algo o alguien sentimos un poco de ansiedad; pues así estaba yo…, esperando llegar al lugar donde empezaría una nueva vida.. una nueva misión. Recuerdo que emprendimos nuestro viaje desde Nairobi, la capital de Kenia al tal pueblito llamado “Barsaloi” a las 5 a.m. mas o menos 460 Km. Es indescriptible la belleza de cada paisaje que podíamos divisar durante nuestro viaje!!, cada hora podía contemplar los cambios de colores de la naturaleza Keniana; yo que tenia un concepto diferente de África pues había visto por televisión y escuchado acerca de la pobreza y hambre de África, estaba contemplando desde mi propia experiencia que África no es como la pintan!!, en fin cada persona vive su propia experiencia, yo puedo contemplar en un pedacito de este continente que África es hermosa, África es rica, África es fascinante, encantadora. Llevamos cuatro horas de viaje, de pronto alguien interrumpe mi asombro, nos comunica que estamos a mitad de camino y que hemos terminado la “vía gloriosa” y que viene la “carretera dolorosa”. Esto lo decía porque estábamos en la autopista y ya pasábamos a la carretera destapada. Menos mal que vamos en la ambulancia de nuestra misión, la cual es cómoda y nos permite simplemente darnos unos buenos masajes!!. Este nuevo trayecto tomara simplemente cuatro horas más hasta llegar a Maralal que es el pueblo más cercano de nuestra misión de Barsaloi.
En mi espíritu aventurero yo me sentía como pez en el agua en este tipo de carreteras!!; a partir de este viaje inmediatamente se noto el cambio de un nuevo panorama en la naturaleza, pues esta se torno amarilla con tonalidades hermosas, y claro sin olvidar la polvareda levantada por la ambulancia que es imposible evadirla; una de nuestras hermanas nos dice, “Este año según los samburu dicen que será seco”, y en realidad, ya se puede percibir un futuro que de alguna manera afectara la vida y economía de nuestros hermanos de la tribu Samburu y las demás tribus que habitan en estos lugares. De pronto alcanzo a ver una manada de burros rayados de negro, pero no!!, no son burros!!!.. son nada mas y nada menos que las tales CEBRAS!!!, que emoción!!, yo que había visto estos animalitos en dibujos, me parecía un sueno tenerlos frente a mi cara en vivo y directo!!, nos dice una hermana “Estamos en el parque samburu, zona abierta y respetada para los animales”. Es increíble ver esta variedad de animales no vistos en mi tierra tales como ciervos, jirafas, elefantes, etc. en un ambiente libre y en armonía con las personas que habitan estos lugares.
Por fin hemos llegado a "Maralal”, una de nuestras hermanas que vienen media dormida por el cansancio del viaje, pregunta “estamos ya en Barsaloi?” y le contesta otra: “No mi querida, todavía faltan dos horas de viaje, y le informo que de aquí en adelante dígale adiós al internet, al teléfono y a la buena vida, pues tendrá que esperar una salidita a Maralal para poder saludar a sus amistades y darse un gustico!!”. Después de realizar las vueltas que teníamos que hacer en este pueblito, continuamos nuestro viaje vía a al tan esperado “Barsaloi”; la carretera se torna mas difícil a medida que avanzamos hasta que llegamos a un paso llamado “El paso de la montaña”, la verdad es que esto no parece una carretera sino mas bien una escalera construida de variedad de piedras, y a mano derecha un abismo, así que un mal movimiento en el carro nos lleva a la gran experiencia espiritual de la muerte!!. Todas vamos silenciosas, medias asustadas, hasta que después de 30 minutos seguimos nuestra conversa, pues ya hemos terminado de pasar la tal montaña. Ahora estamos pasando por un pueblito encantador, se llama “Opiroi”, donde cada domingo nuestros hermanos javerianos vienen a celebrar la Eucaristía. Y así entre conversa y recocha se nos ha ido el tiempo sin sentirlo, entonces nuestras Hnas. Isleny Pérez y Mariana Gordillo nos anuncian la llegada a nuestro nuevo hogar. Si!!, ya estamos a la entrada de Barsaloi, y nos dan la Bienvenida nuestras queridas hermanas quienes han estado entregando su vida por casi seis años a esta misión, y prácticamente las fundadoras de esta casa local como misioneras de Santa Teresita del Nino Jesús!!.. En unos días ellas nos entregaran el trabajo que la congregación les ha confiado y luego viajaran a Colombia para vivir una nueva experiencia misionera.
En mi corazón hay mucho gozo, me siento como en casa, siento que este es el lugar que Dios tenía preparado para mí. Por fin siento paz ante tanta insistencia de parte del Señor a dar los mejores anos de mi vía en la misión ad gentes. Estoy en MI QUERIDO BARSALOI, aquí tratare de vivir mi paraíso, mi paraíso en el Semi desierto de este rincón de África. Porque la felicidad no esta en el lugar donde vivamos sino en lo que llevamos dentro de nuestro corazón. Así que le digo a mi querido Señor: “AQUÍ ESTOY, MUESTRAME EL CAMINO, QUE QUIERES QUE HAGA?; DAME LO QUE ME PIDE Y PIDEME LO QUE QUIERAS!”
